La defensa de derechos humanos conlleva una importante dimensión ética y no menos alta responsabilidad de coherencia. También conlleva tropiezos, contradicciones, dudas y errores. La defensa de derechos humanos conlleva dosis de pasión, que es diferente a ser apasionados. Defender derechos humanos es pretender con humildad transformaciones democráticas y sociales que impliquen la apropiación de estos derechos por todas las personas, para que construyamos en libertad, sin discriminación ni miedo el destino de nuestras vidas.
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Saber Humanístico
PATRICIA AGUDELO - ABOGADA
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John, me parece genial su texto, pero no veo como cabe la palabra "humildad", no hay tal condescendencia para los principios que deberían estar per se en la sociedad, y que como señalas implica apropiación, no se trata de un favor que nos hacen, son normas que se deben acatar a toda costa, o rescatar con la vida misma, pues sin ellos no hay tal cosa como "vida".