Soy consciente que la nueva generación ha sido más agresiva con su puesta en marcha de diferentes propuestas para el crecimiento de los derechos humanos y no se va a contentar con un papel meramente pasivo del Estado, sino que va a exigir una actividad positiva por parte de éste para ser puestos en práctica.
Uno de los principales problemas que veo dentro de los poderes en Colombia es: Mucha fuerza en la rama legislativa para generar e ingresar nuevas leyes de derechos humanos pero poca eficiencia en la rama ejecutiva y judicial para complementar dicho proceso y finiquitar el flujo social.