Si es cierto que muchas personas perdieron toda clase de esperanza por el cambio en la política, lo malo es que no entienden que dejan en manos de otras personas la decisión que casi siempre nos ha perjudicado, personas que actúan por un bien individualista y egoísta, y otros que por fanatismo votan a ciegas.
Si es cierto que muchas personas perdieron toda clase de esperanza por el cambio en la política, lo malo es que no entienden que dejan en manos de otras personas la decisión que casi siempre nos ha perjudicado, personas que actúan por un bien individualista y egoísta, y otros que por fanatismo votan a ciegas.