El conflicto armado de Colombia.
Ha provocado que la pobreza, la desigualdad y la vulneración de los derechos humanos crezcan y siempre poniendo en el centro de los más afectados a las comunidades indígenas, campesinas, mujeres y niñas, y defensores de los derechos humanos. El Norte del Cauca, es una de las regiones más pobres de Colombia en donde la población no tiene acceso a derechos básicos como son la alimentación, la vivienda, la salud y la educación. El conflicto armado en esta región vulnera permanentemente el más trascendental de los derechos: el derecho a la vida.
Y se dice que por ley todos somos iguales y nos rige una misma normativa y el gobierno aun estando informado de toda esta situación no actúa y no hace nada. Y el pueblo le toca seguir sumiso ante esta situación que triste
Las dificultades sociales en esas zonas son muy altas por la debilidad de seguridad e indices de corrupción elevados. Los de este lado que tenemos todo, nos pasamos buscando el elixir principal en la vulneración de los derechos humanos allí, esa fórmula o receta nunca aparecerá, porque cada vez hay más sacrilegios y vulneración. La acción inmediata es la respuesta, el aumento de seguridad en estas zonas debe ser garantizada por el gobierno, de tal manera que la población afectada tenga la tranquilidad de realizar sus actividades. Los "mercaditos" y "subsidios" sólo funcionan para rascar una picadura de mosquito, sin embargo si queremos curar la mordedura de tiburón que hay en esas zonas, el gobierno debe ser más estratégico con sus acciones.
No solo el conflicto en si mismo, si no la manera en la que los organismos de control del estado lo permiten, aun teniendo los recursos necesarios para combatirlo.