La constante lucha que se ha vivido en el país durante estos últimos años, ha polarizado al país en dos grandes grupos políticos bajo ciertos matices, en forma general.
Están las personas que apoyan el paro y la lucha obrera, la defensa y el respeto por los derechos humanos, comúnmente llamados "de izquierda"; y están las personas que se consideran trabajadoras, que todo y cada una de las cosas en la vida deben ser ganadas y con muchísimo (casi demasiado) esfuerzo, o comúnmente llamados "de derecha".
Acá yo no me voy a enfocar en lados, pero le dejaré los nombres para identificarlos.
Para entrar en contexto, hay que recordar que estamos en un país capitalista, que a modo personal no estoy en contra del este... o más bien de lo que en teoría significa. Pero lo que vivimos ahora, al contrario de lo que pienso que debería ser el capitalismo, una forma en la que cualquier persona puede avanzar y conseguir el fruto de su trabajo sea mucho o poco, se ha convertido en lo que alguna vez leí en el libro de "pa' que se Acabe la Vaina" de William Ospina: Un capitalismo SALVAJE.
Entonces, ¿Qué es El Capitalismo Salvaje? según IBSCHOOL "es un término que se acuñó en los años 70 para referirse a una clase de economía de libre mercado, basada en un modelo reduccionista, donde solo se le da importancia a un único stakeholder y donde los beneficios se destinan al inversor de la empresa, partiendo siempre de un único fundamento: la rentabilidad.
El economista Bernardo Kliksberg señaló que el capitalismo salvaje crea monopolios y controla el mercado que, operando a través de las multinacionales, genera una gran desigualdad social. “Los pocos ricos son cada vez más ricos y la mayoría de pobres se vuelve cada vez más pobre”.
Así que entendiendo esta definición, ¿diría usted que estamos en un sistema de Capitalismo Consciente o a un Capitalismo Salvaje?
"La desigualdad económica, educativa y social existente en Colombia, según cifras del Banco Mundial, Colombia venía siendo el segundo país más desigual de América Latina y el séptimo del mundo. En el 2019, Colombia se ubicó en el séptimo lugar de los países del mundo con mayor desigualdad de ingresos y en el primer lugar de desigualdad de Sudamérica según el Coeficiente de Gini. Según los datos del DANE, más de 21 millones de personas viven en la pobreza y 7,4 millones en pobreza extrema en 2020. Pese al crecimiento económico sostenido del producto interno bruto que se ubicó entre el 6.6% entre 2006-2014, el índice de desigualdad se hundió durante la época de mayor bonanza petrolera".
Lo que hace el sistema en el que vivimos es brindarle toda clase de garantías y protección a las personas que ya poseen ambos privilegios, y a quienes realmente lo necesitan le son negados o dados en cantidades insuficientes.
Durante décadas normalizamos vivir en un contexto de desigualdad entre personas, empresas y países, que no termina siendo más que mantener los beneficios de unos pocos, los mismos que con tal de mantener su posición o subir en la escala social y económica, recurren a cualquier medio, incluyendo violencia.
La violencia se vive en muchas formas, no solamente cuando te pegan un bolillazo, o cuando atacan una vereda para dar de baja a un par de guerrilleros aunque en el proceso se maten varios inocentes; violencia también es que una persona que trabajó durante toda su vida no pueda descansar porque no pudo acceder a una pensión digna, en distintos contextos; violencia, es que le roben casi que literalmente la comida del plato a los niños en el programa de alimentación escolar; violencia, es que un joven con toda la disposición y ganas para estudiar no pueda pagar la matrícula en la universidad, que haya sólo 200 cupos para 4.000 aspirantes, que el que está cursando la carrera tenga que, entre los mejores de los casos, escoger entre su refrigerio o los pasajes. Violencia es que un Kilo de carne cueste $20.000 y de papa $4.000 cuando el salario mínimo diario legal vigente está en $33.333.
Eso es violencia.
Porque mientras hay personas que sí la están luchando, si están trabajando de forma esclavizada, están dando todo de sí por uno míseros pesos, hay otras personas que les encanta decir que es que "lo quieren todo regalado".
Con esta información que recopilé en el 2021:
Los congresistas ganan $32’741.000 (41 SMMLV)
- Deben recibir un salario básico y varias primas, que suman los más de $30 millones mensuales.
- $ 14.074.068 de prima de representación
- $10.751.027 de prima de servicios especiales (creada para garantizar recursos suficientes para el pago de vivienda y transporte a aquellos congresistas que no son originarios de Bogotá)
- 1 Tiquete ida y vuelta semanal (representantes a la Cámara, destino nacional)
- 2 tiquetes ida y vuelta mensual (representantes a la Cámara, destino internacional)
- Además, los congresistas reciben las primas de navidad y vacaciones que se calculan sobre el salario básico.
- El pago de su alimentación y viáticos si se desplazan a otro lugar del país o en el exterior
- El pago de sus líneas celulares
- La gasolina de los vehículos entregados por el mismo Congreso para su transporte y protección
- Manutención de los vehículos, cercano a los $10’000.000
- Los materiales y mantenimiento de sus oficinas
- El pago de sus Unidades de Trabajo Legislativo (UTL), que incluye hasta 10 empleados que deben sumar máximo $50 millones pagados por salario según el rango al que puedan aplicar y que tienen derecho mínimo a un salario de $2’800.000 por cada uno.
Ahora dicen que nos quedamos sin cartera, supuestamente por la pandemia, y le quieren sacar esa platica al ciudadano clase media.
Pero cuando durante la pandemia al presidente le dio por estrenar 23 camionetas blindadas para su esquema de protección; en abril 2020 se gastó 9.600 millones de pesos con ese destino. Días antes, en marzo, había comprado 18 tanquetas por 12.000 millones de pesos en momentos de pandemia
A los gastos, considerados innecesarios por congresistas y Transparencia por Colombia, se suman 3.500 millones para la estrategia digital de la Presidencia en el 2020 y recientemente 898 millones de pesos para comunicaciones por parte del Ministerio de Defensa.
“Invertir en imagen de sus funcionarios o gastos que también podrían ser innecesarios, en compra de vehículos y equipos cuando estamos atendiendo una pandemia tan complicada, e incluso uso de bienes públicos de manera cuestionada, como le fue en su momento el tema del avión presidencial”
La cereza del pastel: 14 billones de pesos en 24 aviones de guerra
Presidencia de la República firmó con Radio Televisión Nacional de Colombia, RTVC , por un valor de $6.382.267.525 millones de pesos
ESO SIN CONTAR EL DINERO QUE SE ROBAN CON LA CORRUPCIÓN.
Estas personas, que no pueden pagar ni su propio plan de celular, son una parte de la población que se queda de que "lo izquierdosos" o "mamertos" quieren todo regalado.
¿Dónde está la coherencia?
Y para los que no ganan esa cantidad absurda de dinero por hacer prácticamente nada, personas clase media y (difícil de creer) estratos bajos, que también repiten esta frase, ¿en qué momento comenzaron a creer que para subsistir hay que matarse? Se trabaja para vivir, y se vive trabajando, y en esta país ni siquiera trabajar todo el día garantiza excelentes ingresos que sería lo mínimo merecedor.
No hay que romantizar la esclavitud moderna, no es normal tener que tener dos trabajos, no poder ver a tu familia, no poder disfrutar de los placeres de la vida, de descansar y dormir a gusto, de vivir tranquilo, de endeudarte para tener cosas básicas como una casa o brindarle estudios a tus hijos.
En este debate siempre se suma el ejemplo de las personas que literalmente no quieren hacer nada y vivir de no hacer nada, obviamente esas personas existen, acá y en todo el mundo. La respuesta no es dar dinero a diestra y siniestra a cualquiera que diga necesitarlo, y no se pueden generalizar las necesidades de toda la población basadas en el estilo de vida de un pequeño sector de esta. Se necesitan garantías e impulsos. Porque en este país una mujer negra madre soltera cabeza de familia de alguna comunidad perdida del chocó jamás va a tener las mismas posibilidades que el hijo blanco heterosexual císgenero de un empresario en Bogotá.
Con un ejemplo controversial: el aborto libre, legal y gratuito, no significa que sólo se abran clínicas de aborto y se hagan estos procedimientos a diestra y siniestra porque sí. Todo este proyecto conlleva a una política y medidas de prevención y control. La idea es no llegar a este procedimiento, pero que en caso de ser requerido, se brinden amparos y seguridad, durante el aborto en sí como procedimiento médico, y para evitar una reincidencia con medidas anticonceptivas y educación sexual.
Así mismo, no se trata de regalar dinero, se trata de brindarle posibilidades en todos los ámbitos a las personas que les dificulte avanzar y lograr una calidad de vida amena por el motivo que sea, y que estas ayudas le permitan continuar de forma autónoma el resto de la vida.
Hay que entender que sí hay personas que necesitan impulsos, y que los recursos por medio de la corrupción y malas políticas caen en manos de los mismos privilegiados, que siguen manteniendo y aumentando su posición económica.
Muchos de nosotros crecimos en entornos muy favorables, y esa falta de empatía es la que impide entender que hay personas que no logran conseguir empleo, o que aún teniéndolo a veces no les alcanza para comer, para pagar un transporte para llegar a su lugar de trabajo, para pagar los servicios, la internet, arreglar su techo, estudio, etc.
Exigir el respeto por los derechos humanos NO ES QUERER TODO REGALADO.
Los mismos pudientes en medio de este capitalismo son los que se han encargado de empujar y no dejar salir a las personas de más escasos recursos, les arrebatan sus derechos, y así quieren que vayan a trabajar 10 horas cuando tienen que atravesar trochas muchas veces sin comer por un mísero salario.
Es responsabilidad del estado poder saber verificar y hacer los estudios pertinentes para que las garantías que se presten lleguen a manos de las personas que más lo necesitan, porque si bien se quejan de que las personas de escasos recursos pidan ayudas, se siguen viendo casos como lo fue el programa de Agro Ingreso Seguro, donde las ayudas llegaron irónicamente a quienes no las necesitaban... ¿pero ellos no lo quieren todo regalado?
Los derechos humanos no pueden convertirse en un privilegio para unos pocos que puedan pagar para acceder a ellos. Si estamos en un sistema capitalista debería ser para que todos por medio del trabajo podamos avanzar y conseguir lo equivalente a nuestro esfuerzo, no lo contrario, donde personas que trabajan doble jornada ganan apenas lo mínimo para vivir bien, mientras otras personas que se sientan en una sala una vez al mes a jugar en el celular ganan millonadas, se les paga todo y además saquean al país.
Así que le invito a que analice, ¿realmente quiénes en este país quieren (y tienen) todo regalado?