No creo posible llegar a respetar los derechos humanos en su totalidad, y aquí están mis razones:
La subjetividad de las ocasiones legales presentadas en diversos casos puede generar paradojas o imposibilitar una elección justa para todos.
La mentalidad humana recurre muchas veces al facilismo.
La existencia del mal hace imposible ejercer los derechos humanos en su totalidad, ya que, aunque los buenos sean más, siempre existirá una porción de personas malas, y de esa porción se genera el caos y la violación a los derechos humanos.
Tus derechos llegas hasta donde empiezan los del otro.
Añado un breve ejemplo: Una persona perteneciente a esa pequeña porción del mal comete un crimen, robo, asesinato, violación; lo que sea, y la victima, a la que le han violado parte de sus derechos, siente injustificado el castigo al victimario, porque este no suplanta el bienestar que se le ha arrebatado.
Así existirán una infinidad de casos, testimonios, ejemplos o victimas que no estarán de acuerdo, y el desacuerdo desatendido genera caos. Ahora, es indiscutible la imposibilidad de eliminar el mal del mundo, y mientras el mal resida, nunca serán respetados los derechos humanos EN SU TOTALIDAD.